¡Cuidado! El quejarse demasiado puede ser señal de ser una persona negativa.
He escuchado muchas personas quejándose de tantas cosas que les pasan en la vida, lo cual me la pauta para creer que suelen notar más el punto negro que todo el blanco que les rodea.
El quejarse en sí no es malo pero he llegado a entender que si me quejo demasiado por algo es porque no he buscado el lado positivo de la situación. Como diría el Chavo del Ocho, "tómalo por el lado amable."
Pongamos un ejemplo:
Imaginémosnos esta clásica situación: Tengo un vecino en cuyo patio hay un árbol de aguacates, mangos o de lo que te quieras imaginar. Junto al árbol se encuentra también el patio de mi casa, y cada mañana encuentro decenas de hojas que han caído en mi patio. Esto es algo problemático para mí, por lo que tengo las siguientes opciones:
- Hablar con mi vecino para que por favor tenga cuidado de las hojas que bota su árbol.
- Juntar las hojas y limpiar mi patio mientras me estoy quejando con los de mi casa porque mi vecino es un desconsiderado.
- Simplemente juntar las hojas, limpiar mi patio, saludar con una sonrisa a mi vecino y seguir con mi vida normal.
Analicemos cada alternativa:
La primera es una buena opción pero debo cuidar la forma en que me dirija a mi vecino. Si llego enojado a reclamarle puedo provocarlo a él también para que se enoje conmigo, por lo que difícilmente obtendré su colaboración.
Si opto por la segunda, ¿qué ganaré con estarme quejando y haciendo las cosas de mala manera? Me parece que a nadie le gusta mucho estar escuchando a una persona que solo se queja además que este carácter de molestia puede estar afectando mi salud.
La tercera opción quizá es por la que una persona normal difícilmente se inclinaría pero si la escogiera sería porque he encontrado el punto positivo en esta situación. Algunos de estos puntos podrían ser:
- Puedo recoger las hojas y hacer un bonito arte, adorno o arreglo con ellas; después puedo vender estos arreglos y lograr un ingreso más para mi casa
- Dado que tengo que barrer las hojas me levanto más temprano, logrando así tener un día más alegre y provechoso en el que me sentiré más útil porque estuve ocupado.
- El tomar la escoba y barrer me permite hacer aunque sea un poco de ejercicio cada mañana.
- A lo mejor hacer una especie de te, refresco o bebida con las hojas sea algo que revolucione en la medicina por las propiedades que contienen.
- Mi paciencia se está fortaleciendo.
- No me complico la vida; por lo tanto estoy dando menos oportunidad al estrés.
- Es una oportunidad para salir de mi rutina diaria.
Agrega los aspectos positivos que consideres. Al final de cuentas quizá lo mejor es establecer en balance entre las alternativas, pero no olvidemos abrir nuestra mente y visión para encontrar las oportunidades presentadas en cada situación antes de solo juzgar lo que sucede o lo que los demás hacen.
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